jueves, 12 de enero de 2017

caracteristicas y sentido de la liturgia

Cuando uno escucha por ahí: “¡Qué aburrida es esta ceremonia, o esta misa o este bautismo..!”, es porque no se entiende lo que ahí se está realizando y viviendo y saboreando. Por eso es bueno que ahora veamos las características de la liturgia, para que cada día podamos gustar un poco más de la riqueza de la misma.


los obispos son los padres de esta gran familia


 La Liturgia es eclesial: las acciones litúrgicas, dice el Vaticano II “no son acciones privadas, sino celebraciones de la Iglesia”. Es la Iglesia la que celebra cada liturgia. Y cada uno de nosotros, que formamos la Iglesia, recibe ese influjo divino, esa gracia que necesita según la diversidad de órdenes, funciones y participación actual dentro de la Iglesia. Todas las gracias, y la salvación de Cristo nos vienen en la Iglesia, desde el día del bautismo. Aún sin estar insertos en la Iglesia, la gracia de Dios y la salvación de Cristo llega a todos los hombres, pero siempre a través de la mediación –misteriosa pero real- de la Iglesia.

        El sacrificio de Cristo es el centro de la Eucaristía     


                            
     Somos ya miembros de la Iglesia, por el bautismo, pero nos hemos alejado de ella por el pecado mortal, tampoco participamos de esas gracias de salvación, hasta que nos confesemos y recobremos la gracia de Dios, y de esta manera estar en disposición de recibir esos dones de Cristo.

    Por eso, antes de recibir cualquier sacramento (comunión, matrimonio, confirmación, orden, etc) debemos ver si estamos en gracia de Dios y en comunión con la Iglesia. Si no estamos en gracia, debemos acudir humildemente al sacramento de la confesión, donde se nos perdonan los pecados cometidos.


  • La hermosura es una característica de la Liturgia de la Iglesia 


    También hay que tomar en cuenta que en toda la liturgia el papel principal lo realiza el Espíritu santo:
     
  • Es el Espíritu Santo el que santifica el agua en el bautismo, para que Cristo nos limpie del pecado y nos regenere e infunda la nueva vida, es decir, la vida divina y trinitaria.
  • El Espíritu santo es el dador de vida
Es el Espíritu Santo el que hace el milagro en la eucaristía mediante la conversión del pan en el Cuerpo de Cristo, y el vino en la Sangre de Cristo, para que sean nuestro alimento espiritual y fortalecernos en el camino y entrar en una comunión con Él íntima y profunda en el alma.
 
  • Es el Espíritu Santo en la confirmación el que completa la primera unción del bautismo con su sello y da la fuerza para ser testigos y apóstoles de Cristo en este mundo
     
  • Es el Espíritu Santo el que ilumina nuestra mente para que descubramos nuestros pecados en la confesión, y es el Espíritu Santo, junto con el Padre y Cristo, quien nos perdona los pecados.
     
  • Es el Espíritu Santo el que en la unción de enfermos se hace consuelo, fuerza, alivio, y brisa que conforta a quien esta enfermo.
     
Es el Espíritu Santo el que baja al alma de ese hombre en el orden sagrado y lo sella, con carácter imborrable, haciéndole sacerdote, configurándole con Cristo, haciéndole otro Cristo, para que lo represente sacramentalmente. Y será el Espíritu Santo el que poco a poco infundirá en ese hombre el espíritu de santidad.


Además, hay tres aspectos que no se deben olvidar:

  • El Espíritu Santo actúa Conscientemente. 
  • Actúa activamente, nadie es espectador, todos participan. 
  • Su presencia produce muchos frutos, de santidad

 

Ojalá que así podamos gustar mejor la liturgia. Nada se iguala a la liturgia. Es lo más excelso que tenemos en la Iglesia. En esta liturgia terrena ya pregustamos y tomamos parte en aquella liturgia celestial que se celebra en la ciudad santa de Jerusalén – el cielo - hacia la cual nos dirigimos como peregrinos hasta el encuentro definitivo y cara a cara con Dios.

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